EL ARTE ANTIGUO PUEDE SER ALGO PERTURBADOR
Saturno (1636)
Peter Paul Rubens
Realizada especialmente por solicitud del Rey Felipe IV de España, Rubens retrató el momento en que Saturno desgarra la piel de uno de sus hijos al enterarse de que será remplazado por alguno de ellos. La pintura muestra al propio Saturno devorando al pequeño mientras se apoya en su guadaña.
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11. La pesadilla (1781)
Johann Heinrich Füssli
Esta pintura, realizada por un exponente ubicado entre el neoclasicismo y el romanticismo, está basada en “El sueño de Hécuba” de Giulio Romano. En él se aprecia una mujer poseída por un incubo, demonio asociado a los sueños eróticos. En segundo plano aparece la cabeza de un caballo perturbador observando la escena. La mujer retratada es Anna Landoldt, hija de su mejor amigo y por quien Johann estaba perdidamente enamorado.
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10. Dante y Virgilio en el infierno (1850)
William-Adolphe Bouguereau
Localizado en el museo Orsay de París, el cuadro alude a un pasaje de la “Divina comedia” de Dante. En él se describe la entrada del poeta Virgilio y el mismo Dante en el octavo círculo del infierno, donde se encuentran los falsificadores. El alquimista condenado, Capocchio, es mordido por Gianni Schicchi, un personaje real que vivió en Florencia en el siglo XIII y quien fuera enviado al infierno por suplantar a otras personas.
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9. Partes anatómicas (1819)
Theodore Géricault
Se trata de una serie de imágenes concebidas por el pintor francés quien, sin darle mayor importancia, empleó restos humanos de la morgue más próxima para hacer de sus pinturas un trabajo más real. Géricault llevaba distintas partes de los cuerpos hasta su casa y cuando no estaba pintado, se sabía que guardaba varias cabezas, brazos y piernas debajo de su cama o en el techo.
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8. Estudio del retrato del Papa Inocencio X de Velázquez (1953)
Francis Bacon
La pieza es una visión distorsionada del “Retrato de Inocencio X”, elaborado por el español Diego Velázquez en 1650. La pintura forma parte de una serie compuesta por 45 variantes que Bacon realizó por más de dos décadas. Cuando el artista fue cuestionado sobre su manía por pintar tantos cuadros del mismo tema, declaró que no tenía nada en contra de los papas y sólo buscó una excusa para usar estos colores.
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7. Deterioro de la mente sobre la materia (1973)
Otto Rapp
La escena describe un cráneo humano en descomposición, al interior de una jaula de pájaros diabólica. Con mucha atención, se observa la sangre y algunos restos de carne en la base de la extravagante prisión. El artista plasmó su visión acerca de la pérdida del razonamiento humano en favor de la frivolidad y la falta de compromiso a una causa.
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6. La tentación de San Antonio (1645)
Salvator Rosa
La imagen representa al demonio de la tentación atacando, como su nombre lo indica, a San Antonio. Esta pieza de Salvator Rosa es considerada un ejemplo tácito de su predilección por lo antinatural y la magia. La figura del demonio, de acuerdo con los críticos, es casi ajena a la época de Rosa, sobre todo por su gesto y fisonomía.
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5. Judit decapitando a Holofernes (1612-1613)
Artemisia Gentileschi
Realizada entre 1611 y 1612, esta obra se exhibe en el Museo de Capodimonte en Italia. La pintura muestra la crudeza de la decapitación del general Holofernes a manos de Judit, la mujer que logró seducirlo en un día y aprovechar sus encantos para asesinarlo durante la noche. La representación de la sangre dota al lienzo de un toque enigmático y realista. Además, esta pieza está inspirada en el cuadro de Caravaggio hecho en 1599.
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4. Castigo de Marsyas (1570-1576)
Tiziano
También conocida como “El desollar de Marsyas”, incorpora una serie de lienzos con temas mitológicos que Tiziano realizó durante sus últimos años. La imagen muestra, tal y como se menciona en el título de la obra, el desollamiento de Marsyas, el acompañante de Dionisio que se atrevió a desafiar al dios Apolo. La escena fue inspirada por Marcantonio Bragadin, comandante veneciano que murió desollado por los otomanos.
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3. El jardín de las delicias (1500-1505)
Jheronimus Bosch (el Bosco)
La escena corresponde a una pintura que expone una serie de tres imágenes. La última de esas pinturas, ubicada en la parte derecha del retablo original, se caracteriza por su alto contenido simbólico y es considerada una de las más fascinantes y enigmáticas pinturas en la historia del arte. Actualmente forma parte de la exposición permanente en el Museo de Prado de Madrid.
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2. La masacre de los inocentes (1611-1612)
Peter Paul Rubens
Considerado por la crítica como una pieza de aprendizaje del pintor durante su viaje a Italia, entre 1600 y 1608, Rubens pintó tres versiones de este cuadro. La primera, se estima, fue realizada en 1611 y retrata el pasaje bíblico relatado en el “Nuevo testamento” en el Evangelio de Mateo, que consiste en la orden que dio Herodes I de ejecutar a todos los niños menores de 2 años.
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1. Sin título
Zdzisław Beksínski
Perteneciente a un estilo que el propio artista ha denominado barroco o gótico (pero ha sido calificado por la crítica como parte del realismo fantástico), Beksínski jamás tituló alguno de sus cuadros y es el único artista polaco con exposiciones en el Museo de Arte de Japón. El artista preservó el momento en el que dos cuerpos se funden en un abrazo hasta convertirse, poco a poco, en dos esqueletos entrelazados.
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