RECISMO DE EE.UU CONTRA LOS MEXICANOS, HISTORIA ACTUAL?

Existe un cuarto deprimente en Cd. Juárez que puede ser la metáfora de las relaciones de México y Estados Unidos desde hace años. Un espacio rectangular donde las personas que querían entrar al país vecino eran obligados a desnudarse frente a agentes aduanales y recibir el golpe a presión de un insecticida líquido o en polvo.

Tal vez muchos de los agentes que bordean la frontera en busca de personas que cruzan sin un rectángulo de plástico que acredita algo quisieran volver a tener esa medida “sanitaria”.

Todo nacionalismo es peligroso. Por eso la crítica a los estados más que necesaria, es urgente en países que alientan ese tipo de sentimiento de segregación que puede llegar a actos de racismo.

Los acontecimientos futuros que pudieran repetir ese tipo de actos es, actualmente, lo más peligroso en el mandato presidencial de Donald Trump; al menos para las minorías. Todos los memes donde se le asemeja con el dictador nazi hacen evidente que hay una tendencia soterrada al odio que en esa figura se concentra y materializa; radicalizando a un sector de la sociedad norteamericana.

Cuando se firmó el tratado de Guadalupe Hidalgo en 1848, que incorporó gran parte del territorio mexicano al estadounidense, comenzaron los linchamientos de mexicanos detrás de esa nueva e imaginaria frontera política. Inhumano pensar que alguien que había nacido en un territorio específico tras los caprichosos acuerdos de un puñado de gobernantes, ahora fuera ilegal en su propia casa. Pero así se dictaminó por los Estado Unidos y el Gobierno Mexicano de la época.

“Están ocupando puestos de trabajo que podrían ocupar ciudadanos estadounidenses”, “están pervirtiendo a nuestros niños y jóvenes”, “su piel es morena”. “Trabajan más que nosotros y nos hacen ver perezosos”, “está no es su tierra”, eran cosas que se decían hace más de 150 años y que aún se repiten; al grado de tener persistencia en medios masivos, como CNN.

Uno desea lo que no tiene y odia lo que supuestamente cree que está impidiendo que lo consiga. Frustración de un lado; envidia del otro. Las razones, sin embargo, pudieron ser más diversas y complejas.

Entre los años de 1850, 1870 y 1910 ocurrieron la mayor número de linchamientos de mexicanos o ascendencia mexicana en ese territorio recién anexado a Estado Unidos. Ninguno de estos crímenes fue atendido por la justicia.

En el libro “Forgotten Dead: Mob Violence Against Mexicans In The United States, 1848-1928” (Muertos olvidados: violencia en grupo contra mexicanos en Estados Unidos), de William Carrigan y Clive Webb, se explica que en la mayoría de los casos de linchamiento se debió a razones económicas, la Fiebre del Oro, disputas por tierra, ideas de supremacía blanca y racismo que se ocultaba detrás de un rostro de “justicia popular”.

“Es complicado determinar las motivaciones de estos linchamientos, debido a que en algunos casos se trataba de multitudes que justificaban sus acciones al acusar a los individuos de haber cometido algún crimen y que tenían que tomar la ley por sus manos, porque el sistema legal de los estados fronterizos no era efectivo, aunque era evidente que las razones ocultas eran otras”, explicó William Carrigan.

Pero el investigador Richard Delgado cree que muchos mexicanos fueron atacados por “ser demasiado mexicanos”, lo que implicaba “hablar español demasiado fuerte o hacer alarde de su mexicanidad”. A algunas mujeres mexicanas de clase baja también las lincharon “por resistirse demasiado a los avances de hombres blancos”.

Hasta la década de los 30, los linchamientos (que llegaron a más de 600 y fueron sistemáticamente borrados de la historia del país de las barras y las estrellas) siguieron hasta que se instalaron casas de aduana en los puntos de mayor afluencia entre los dos países.